Las autoridades de la FACET, se reunieron con el Ministro de Salud de la provincia, Dr. Luis Medina Ruiz, para trabajar de manera colaborativa y poner en marcha las acciones necesarias en pos de concretar el Proyecto "Tecnologías e Innovación para la Inclusión", desarrollado por la Universidad Nacional de Tucumán y subvencionado por la Unión Europea.
El objetivo central es, contribuir a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad motriz, a través de la formación de Recursos Humanos y el desarrollo e innovación de tecnologías asistidas y la promoción de políticas públicas en discapacidad. Para lograrlo, está previsto el montaje en las instalaciones de nuestra Facultad, de un Laboratorio Interdisciplinario de Biomecánica para la Inclusión.
Para llevar adelante este trabajo, es necesaria la cooperación de distintos estamentos de la provincia, por lo tanto, en este encuentro participaron los siguientes referentes:
La Dra. Hortensia Juárez, Directora de la Junta de Discapacidad de la provincia, la Lic. Graciela Salazar, Presidente de Generar, el Dr. Luis Rocha, Director General de Gestión de Tecnología Médica de SIPROSA, la Lic. Noelia García, Trabajadora Social del equipo del Ministerio y la Dra. Eliana Molina, Subsecretaria de Salud de la provincia.
Prof. Nuza Guerra
Desde hace mucho tiempo se advierte que desde la política educativa nacional y provincial se sostienen y diseñan políticas de “inclusión” sumamente falaces, que no hacen otra cosa que ampliar aún más la brecha de la desigualdad y la exclusión social. Así lo detallan prestigiosas instituciones y organismos internacionales y nacionales como Unesco o Argentinos por la Educación.
En estos últimos días, diversos artículos periodísticos hacen mención a la cantidad de materias con la que estudiantes de educación secundaria podrán pasará o seguir “promoviendo de modo acompañado” y engañoso su escolaridad.
Tucumán no es la excepción puesto que, en noviembre de 2021, el Ministerio de Educación envió la Resolución N° 1641 bajo el nombre “Propuesta pedagógica de intensificación de la enseñanza y el aprendizaje para la finalización de la unidad curricular 2020-2021” la cual, entre otras cosas, enumera cinco posibles “alternativas” para promocionar de curso.
Un sinfín de situaciones se podría enunciar detallando el daño que se está haciendo a generaciones enteras por evitar la tan temida “repitencia escolar”, para facilitar de manera perjudicial la trayectoria escolar y educativa.
Se está enseñando a “zafar”, a pasar sin saber, a mentir y mentirnos como sociedad y peor aún a nosotros mismos como educadores en nuestra condición de intelectuales, en nuestro compromiso ético y político con los estudiantes.
Otro descuido alarmante es la enorme cantidad de estudiantes entre 15 y 17 años que están quedando fuera del sistema educativo por no contar con la edad cronológica reglamentaria para permanecer en la educación secundaria.
¿Y los estudiantes ingresantes al 1° año de educación secundaria sin saber leer y escribir o con escasas habilidades para ellos? Tema que impone con urgencia un análisis profundo y critico, que nadie se atreve a dar.
A mis colegas, decirles “no seamos cómplices” de este daño.
A las autoridades educativa, enumerar algunas de las acciones posible:
Este tiempo de post-pandemia requiere de encuentros, de diálogo, de debates y soluciones colectivas y colaborativas.
Por último, y siguiendo lo expresado por Laura Lewin “…Es momento de retomar los valores del esfuerzo y la perseverancia, de ofrecer una educación acorde a los tiempos que estamos viviendo y garantizarles a los chicos que, aun en momentos tan caóticos y versátiles como estos, van a contar con las herramientas necesarias para avanzar en la vida. El resto, es puro cuento.”
Invitamos también a leer:
https://es.unesco.org/news/mision-recuperar-educacion-2021
https://www.biblogtecarios.es/martagarcia/ods_4_bibliotecas/
Nuza Guerra
Prof. en Cs. de la Educación
Socia Cooperativa Generar -
Coord. Proyectos Pedagógicos
*Nota en archivo adjunto para descargar
Con el nombre de “Bosque escuela” la provincia podrá percibir los beneficios de una iniciativa que se instala en los anhelados Objetivos de Desarrollo Sustentable, concretando acciones que permitan dar impulso especialmente a los ODS Ambientales.
Repensando un nuevo Pacto Social. Estado vs. Sociedad Civil o roles complementarios.
Un nuevo pacto social se impone como premisa de contención social. Los partidos polí-ticos desconfían de los nuevos movimientos sociales. Los nuevos movimientos sociales u or-ganizaciones de la Sociedad Civil, surgen ante la crisis de representación de la clase política y cuando esta deja de ser respuesta a las problemáticas e intereses comunitarios .
Contrato o pacto social supone reconocimiento del estado democrático. Implica para ambos sectores, políticos y sociedad civil, superar lo discursivo de la declaración universal de los derechos humanos e impulsar la construcción colectiva de un nuevo orden solidario.
Los efectos de las políticas sociales son fundamentales para mantener la vigencia de acuerdo entre las clases. Acuerdo, concertación, (pacto) implica: alianzas, estrategias de lu-cha y negociación, pero también contrato y compromiso, cumplimiento de pautas preestable-cidas. A nadie le conviene las tensiones y los conflictos masivos, llevan al debilitamiento del tejido social, destrucción de la familia, migraciones innecesarias, enfrentamientos crueles entre el capital y el trabajo, a “círculos perversos de pobreza y exclusión del sistema.”
Argentina y gran parte de Latinoamérica ya experimento el crecimiento económico con pobreza, ese pacto social nuevo tiene que llevarnos al crecimiento económico con equidad y desde una perspectiva de participación. Me permito pensar con una exigencia utópica “; que la economía este subordinada a la dimensión humana.” Esta afirmación es un requisito indis-pensable para hablar de desarrollo. Humanizar la economía sustentándola en la justicia so-cial implica el diseño de políticas publicas basadas en el trabajo y en la educación, en la par-ticipación cívico ciudadana y en la autodeterminación de la persona como corresponsable de su bienestar y progreso.
Cuando los ciudadanos nos reconocemos como actores primarios, internalizamos nuestros derechos y elevamos nuestra participación política, surge en la sociedad una pode-rosa energía, llamada por algunos autores “energía de la solidaridad” que obliga a repensar el Estado y recrear el concepto de ciudadanía desde una lógica de responsabilidad compar-tida. No todo le corresponde al Estado, no todo le corresponde a la Sociedad Civil, son roles diferenciados que se complementan, pero que también mutuamente deben controlarse.
Se adjunta articulo completo para su lectura
Ni la vida es tan simple como para creer que por solo desear algo ya lo tendremos, ni tan complicada como para vivir deseándolo y nunca alcanzarlo-. Ahora que estamos estrenando un año nuevo; ahora próximo a vivir ese pasaje imperceptible de los minutos de un año eterno y volver a “esperanzar” el año; ahora es el momento de hacernos cargo.
Esa mágica velocidad de transitar los años demuestra que las oportunidades están en cada uno de nosotros, que el tiempo, el espacio y nuestras decisiones son implacablemente nuestras; que lo de afuera condiciona… pero no determina.
Diciembre es un tiempo de evaluación del camino recorrido y Enero/Febrero seria la oportunidad de proyectarnos, de repensarnos y tomar las decisiones en consecuencia a nuestro “querer ser – querer hacer”.-
Indudablemente hay situaciones que se presentan como variables que no controlamos; la muerte de alguien querido, enfermedades, pérdidas significativas, tan simple y tan complejo como asumir “la vida que nos pasa” que es muy distinto a “resignarnos con actitud determinista a lo que nos pasa en la vida”.-
Pareciera que muchas veces estamos inmersos en una maraña de conflictos, descreimientos y pesimismo. Escuchamos con frecuencia anhelar un trabajo mejor, tener un modelo mental de hijos ajenos, desear los bienes de otro o creer que somos acreedores de todas las situaciones dolorosas y/o negativas.-
Los cambios deseados se logran cambiando. Imposible conseguir resultados diferentes utilizando las mismas estrategias que me llevaron a estar disconforme. Desandar caminos recorridos o hábitos adquiridos es tan o más complejo que aprender a andar.-
… entender que a esta vida vinimos a tres cosas: a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices implica, al menos para mí, apropiarme de los sueños, recuperar algo de nuestra sana rebeldía primera o adolescente. Aquella que nos hacía pensar en nobles ideales, esos por los que vale la pena “jugarse”. Todos necesitamos encontrar valores que den sentido a nuestra vida, desinstalarnos, dejar el miedo que paraliza. Construir un año siendo protagonista de mis decisiones y mis acciones. Construirlo desde la certeza que mi piso y mi techo se vincula de manera directa con el nivel de mis aspiraciones, alinear mi “querer ser” con mi “hacer”.-
El primer compromiso para construir un año diferente, es para con mi persona, sabiendo que valen tanto mis “si”, como mis “no”, el difícil entrenamiento de priorizar. Que quiero, cuando lo quiero, como lo quiero, cuanto implica lograrlo y actuar en consecuencia. Desandar, es contradictorio, me instala, me instala en mi visión de futuro; John Maxwell dice” Nuestro sueño, cuando lo seguimos, es el mejor pronosticador de nuestro futuro.”
Un Proyecto de año y de vida que pueda hacer tangible el amar, dejar huellas y ser felices, necesariamente incluye un trípode en el que están presente: mi persona (ocuparme de cuerpo, mente y espíritu); la familia o mi núcleo de referencia primaria (ocuparme de la calidad de los vínculos y los afectos); la sociedad o comunidad donde habitamos (ocuparme del capital social que es confianza, convivencia, ciudades saludables).-
Muchas Gracias.
Lic. Graciela Salazar
Trabajadora Social
Es. En Desarrollo Local y
Gestión del Conocimiento.-
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y pese a las particulares y complejas circunstancias en la que nos encontramos por la pandemia mundial de público conocimiento, quienes trabajamos en el campo educativo con estudiantes con discapacidad, tenemos razones para vislumbrar nuevos horizontes de posibilidades.
Escribe: Lic. Carolina Conegliano.
La existencia de instrumentos internacionales de derecho como la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (entre otros), como así también la legislación nacional vigente constituyen un marco normativo que establece y promueve los derechos de las PCD, en igualdad de condiciones que las personas sin discapacidad. Si bien es cierto que falta mucho para que nos constituyamos como una sociedad verdaderamente inclusiva, también es necesario reconocer que existen diversas medidas adoptadas por el Estado Argentino en esa dirección, por ejemplo en el acceso a la educación.
El derecho a la educación de personas con discapacidad (PCD) tradicionalmente ha sido garantizado mayormente por “escuelas especiales”, instituciones no siempre valoradas socialmente; infravaloración producto del desconocimiento y la persistencia de prejuicios sobre las PCD y la formación docente.
A partir de la Ley de Educación Nacional sancionada en 2006, se comenzó a construir un marco normativo tendiente a ubicar a estudiantes con discapacidad en posición de sujetos de derechos y a otorgarles mayores posibilidades de transitar por el sistema educativo como cualquier/a niña/o o adolescente.
Esto permite que cualquier PCD en edad de escolaridad obligatoria, tiene el derecho a asistir a la institución educativa que su familia (y el o la estudiante en la medida de sus posibilidades) elija, sea una escuela “común” o “especial”.
En cualquier caso, el salto cualitativo que este marco normativo de educación habilita es la certificación y acreditación de saberes de estudiantes con discapacidad, independientemente de si asisten a una escuela “común” o “especial”.
Esto en el caso de la Provincia de Tucumán, constituye un logro que se viene gestando desde hace varios años a partir de las resoluciones ministeriales nacionales, que tuvo un primer nivel de concreción el año pasado con algunas resoluciones ministeriales[1] y que tuvo continuidad en este particular año, con un nuevo instrumento normativo[2]. Dos de dichas resoluciones (603/5 y 638/5) instrumentan a que las “escuelas especiales” certifiquen la trayectoria escolar de estudiantes con discapacidad. En el caso de escuelas especiales de nivel inicial y primario esa certificación habilita a cursar en el siguiente nivel educativo, en cualquier escuela (común o especial).
Todo este marco regulatorio concibe a estudiantes con discapacidad como sujetos de derechos, capaces de aprender y de cumplir con las mismas condiciones que cualquier otro estudiante en el curso de su trayectoria educativa. A la vez concibe a las escuelas especiales como espacios de formación de ciudadanos y que pueden dar cuenta de los aprendizajes de sus estudiantes, de un modo socialmente reconocido, lo cual históricamente no siempre fue concebido de esa manera.
La certificación escolar (o de cualquier índole), es mucho más que un mero formalismo: lleva implícito el reconocimiento simbólico y subjetivo de quien recibe esa certificación. Que un/a estudiante con discapacidad pueda recibir esa certificación, habla de ese reconocimiento subjetivo por parte de la escuela y por intermedio de la escuela, por parte de toda la sociedad. Que una escuela especial pueda impartir esa certificación, también habla del reconocimiento que la sociedad hace (o debería hacer) de las y los estudiantes que allí asisten y del trabajo que allí se realiza.
Como se mencionó anteriormente, nos falta mucho como sociedad argentina y tucumana para consolidarnos como sociedad inclusiva, sin embargo este marco normativo muy reciente y que genera controversias al interior del propio sistema educativo provincial, constituye un horizonte de posibilidades para estudiantes con discapacidad y es sin duda un logro en la concreción de derechos de PCD. Logro gestado por la incansable lucha de las PCD, sus familias, organizaciones y profesionales involucrados. Logro que pese a todas las dificultades que atravesamos este año en nuestra vida cotidiana y de la cual la educación no quedó al margen, merecemos reconocer y festejar hoy, en el día internacional de las PCD.
[1] Resolución 602/5 MEd “Servicio de Inclusión Escolar de Estudiantes con Discapacidad”; Resolución 603/5MEd Sistema de certificación y titulación del nivel de educación secundaria y modalidades del sistema educativo para estudiantes con discapacidad .Modelo de certificado de estudios de Educación Integral Secundaria Especial.
[2] Resolución 638/5 Med “Sistema de certificación de los niveles inicial y primario para estudiantes con discapacidad.”
La ayuda de los tucumanos a través de sus organizaciones civiles, aumentó el 70% desde que comenzó la pandemia. Compartimos la nota publicada en diario: La Gaceta.
Lic. Ana Carolina Conegliano
Socia Fundadora Generar
Aislados pero sosteniendo la esperanza del bien común.
Necesitamos un Estado presente, pero no paternalista.
Lic. Graciela E. Salazar
Presidente Coop. Generar
Cooperativa Generar Limitada © 2013
Coordinación estratégica y contenidos: Avanti Comunicación Desarrollo Web y Posicionamiento: ADCP Aplicaciones Web y Servicios